miércoles, mayo 09, 2007

Un poco de arte....

Amaneció un hermoso día de sol, y entonces.... me fui a los Museos Vaticanos, jajaja!! Obviamente volví a hacer cinco cuadras de de cola, pero por lo menos hoy, como se pagaba, había muchos que desertaban por lo que se hacía más rápida.

Cuando al fin traspasé la puerta, me invadió una súbita emoción. No sé si por estar dentro de los grandiosos Museos Vaticanos o por saber que la cola por fin se había terminado, que finalmente había llegado al oro al final del arco iris.

Luego de pagar el excesivo precio de 13€, esperaba recibir un montón de folletos informativos y algún que otro mapa que me ayude con el recorrido. Nada, niente, rien, res. Solo un ticket electronico con un código de barras. Ni siquiera gracias me dijo!!!

Pero bueeeno, las maravillas que hay ahí adentro...

Después de la primera posta, dejar la mochila en el guardarropas, y de subir escaleras y atravesar pasillos, salí al majestuoso Patio de la Piña. Qué por qué se llama así?? Pues, porque en uno de los extremos tiene la extraña escultura de una piña, jejeje. A veces la explicación más simple es la correcta, no?? Le di toda la vuelta al patio, puesto que desparramados por los bordes había un montón de despojos de la antigua Roma.

Se ingresa a los Museos por la Galería Chiaramonti, un laaaaaaaargo pasillo que contiene más de ochocientas estatuas y bustos y demás cosillas. Ya empezamos bien!!! Era impresionantemente hermoso. Todo. Estos antiguos eran unos genios de la escultura, por Dios!! El manejo de la anatomía, las expresiones. Que, aunque se crea lo contrario, todos los bustos eran diferentes!! Fieles retratos de los que portaban dicha cara. Si es que el arte de los bustos era la fotografía de antes. La verdad que mis aplausos y reverencias a estos escultores. Han creado maravillas.
Había de todo, desde bustos de Constantino o César hasta el de alguna ricachona desconocida que quería su retrato. Viejos con mantos en la cabeza, viejas con peinado “al estilo de la república”, o con el pelo suelto, o trenzado, o ruludo, generales en toda su gloria, y senadores de papada abundante, de todo!!! E intercalados con los estantes llenos de bustos, había esculturas de todo tipo. Dioses y Diosas, emperadores, soldados, personajes mitológicos, estaba Hercules, Dionisio, Minerva, Artemisa y hasta la gran Juno!!!

(Quieren un dato curioso?? Pues, aquí les va igual. Tal y como me había contado Dan Brown en su libro, “Angeles y Demonios” no me acuerdo en que año se llevó a cabo una “castración” masiva de esculturas, jojojo!! A las que deliberadamente les arrancaron el pitito a cincelazos y colocaron en su lugar una pudorosa hoja de arce. Y tal como había descripto, se nota la diferencia de tonos ya que la hoja es bastante más clara que el resto!! Algunas muy pocas se habían salvado, y la mayoría de los niñitos también. Aparentemente el pitito de los niños es más inofensivo (en toda la literalidad de la palabra. Me hacía gracia pensar en una frase que había leído en el libro que decía algo como “en algún lugar del Vaticano debe haber una enorme habitación llena de penes blancos” JUUUAAAA!!!!)

Luego de unos cuantos pasillos y algunas cuantas salas más (entre las cuales cabe destacar una hermosa escultura llamada “Apoixomenos” del Siglo I D.C.) se llega al Patio Octogonal del Belvedere. Es un hermoso patio, aunque pequeño, que en realidad es cuadrado, pero tiene las esquinas recortadas. Y en éstas esquinas, están algunas de las más preciadas esculturas de los Museos Vaticanos.
Entre éstas, Apolo de Belvedere, Perseo y la preciosísima Laooconte (y sus hijos, atacados por serpientes marinas). Es PER-FEC-TA!! Tan perfecta! Tan hermosa. Tan detallada, si hasta las venas se les notan! Y las expresiones de las caras! Es bellísima! Impresionate. La verdad es que me dejo anonadada.

Siguiendo los carteles que dicen “Capilla Sixtina”, llegué a la Sala de los Animales, donde había, obviamente, esculturas de animales! También, una más perfecta que otra, con todos los detalles, las arrugas, la musculación, las expresiones, la acción que transmiten. Que maestría...
Luego de la Sala de los Animales, sigue la Sala de las Musas, que contiene esculturas de siete de las nueve Musas de las artes de la antigüedad romana, entre ellas, Euterpe, Clio, Urania, Thalia... También allí había una erma (columna que termina en un busto) del célebre poeta, presumiblemente ciego, Homero. Sí, si, allí estaba el hombre cuyos relatos inspiraron esta pasión mia por la historia antigua de Roma y Grecia. Casi que me dieron ganas de hacerle una reverencia, jejeje. De agradecimiento por haberme presentado ese mundo...
En el mismísimo centro de la sala había una especie de altar reverencial a una escultura toda rota, ajajaja. Es de lo más preciado que tiene el museo, no sé por qué. Es decir, es impresionante, es perfecta y bellísima, pero está rota!! Jajaja! Se trata de “el torso de Belvedere”, magnífica por donde se la mire, se presume que representaba al heroe Hercules.

Pegada a la Sala de las Musas se encuentra la Sala Redonda. Nombre original, no?? Tenía las esculturas más grandes de todo el museo, en hornacinas alternadas, desde Júpiter hasta Adriano. Y una en bronce dorado que me encantó pero de la cuál no pude averiguar el nombre. La verdad es que para recorrer los Museos Vaticanos viene bien un guía. Contratar uno afuera o pagar por la audioguía del museo, porque si no, la información es muy escasa y no se entiende siquiera en qué sala se está. (Ay, si fuera privado!!) Yo a veces me sumaba a los grupos que pasaban pero tenía que separarme antes de que se den cuenta de que los seguía, jejeje. Por suerte me había ido bastante documentada sobre los Museos, si no, se te mezcla todo y no entendés nada...

Después de la Sala Redonda estaba la Sala en Cruz Griega, donde había sólo dos sarcófagos de pórfido de la madre y la hija de Constantino y algunos bustos de la familia.

Luego seguían un par de salas menores llenas de esculturas y pasillos que iban y venían, los cuales seguí. Me llevaron a la Sala de los Tapices. Una luz demasiado tenue y una multitud de personas en el pasillo dificultaban su apreciación, pero por lo poco que pude ver, eran impresionantes! Si no me equivoco, fueron confeccionados por la escuela de Rafael. Los que más me llamaron la atención fueron los pertenecientes a la serie “La Matanza de los Inocentes”. Imágenes de oscura crudeza que mostraban soldados asesinando niñitos y la desesperación de sus madres por protegerlos.

No sé cómo, porque a esta altura ya estaba bastante perdida, llegué a la Sala de las Cartas Geográficas (es decir, mapas). Un laaaargo pasillo también. Y, aunque los mapas estaban pintados sobre las paredes, yo no podía quitar los ojos del techo. Cuánta riqueza de detalles!! Aunque por ahí parecía un depósito donde habían puesto un montón de cuadros amontonados.
Los mapas a los lados representaban las distintas regiones de la península Itálica.

En este punto, lo que quería era llegar a la Capilla Sixtina, en caso de que no me dé tiempo de recorrer todo. Ciertamente no quería perdérmela!! Así que caminaba ignorando el resto de los carteles que no dijeran “Capella Sistina”. Al final, no pude avanzar más, me topé con un angostísimo pasillo con lleno de gente. De a poco íbamos avanzando así que supuse que era la cola para entrar a la Capilla (si acá para todo se hace cola). Luego de un rato llegué a la minúscula entrada en medio de una escalera. De ambos lados de la escalera venía gente, por lo que la pequeña puerta hacía de embudo.

Cuando entré, no podía creer lo que veía (y eso que ni había mirado al techo!) No cabía un alfiler! Eran todo cabezas y cabezas por donde se mire, no había ni un sólo huequito, el piso no se veía en absoluto!!!! Luego me resigné, y dije “no hay otra forma”. Así que eliminé toda esa gente de mi campo de atención y me dediqué a admirar las maravillas que cubren las paredes y el techo... (era un poco difícil, puesto que la gente se pone bastaaaaante ruidosa y hay unos tres o cuatro “seguridad” que se la pasan gritando “NO PHOTO!!!!!! SILENZIOOOOOO!!!! NO PHOTO SIR!!!!!! SIGNORA!! ABBIAMO DETTO NO PHOOOTOOOOOO!!!!" Lo que era bastante irritante) Siguiendo el consejo de mi guía de bolsillo esperé pacientemente a que se libere un lugar en los bancos de los laterales. Es que si no, después no te bancás las cervicales!! Y aparte, por experiencia, cuando estoy mucho tiempo mirando para arriba, termino mareada, jejeje.

La verdad es que no tengo muchas palabras para describir semejante arte. Tuve que cambiar de lugar varias veces porque es imposible admirar todo desde un solo punto. Bueno, como sabrán, todo el techo de la Capilla Sixtina es una colosal obra maestra de Miguel Angel. No puedo creer que le haya tomado sólo cuatro años. Aparte de la inmensidad de la obra, lo que impresiona es la habilidad del tipo, que supo afrontar la desnudez de la bóveda (no hay columnas, ni huecos, ni ventanas, nada!!!) mezclando pintura, escultura y arquitectura con diseños tridimensionales de impresionante realismo. Me saco el sombrero señor Buonarotti. (Dicho sea de paso, me las he arreglado para sacar una fotito, aunque no es la mejor posible) La obra en el techo consta de 9 rectángulos que describen episodios del Génesis bíblico. El más famoso, obviamente, es La creación del hombre. Y con razón, porque es increíblemente precioso. Transmite una energía, una solemnidad, parece que realmente estuviera en acción, es muy impresionante.

Y como si semejante techo no fuera suficiente, sobre la pared del altar se mandó otra gigantesca obra, el Juicio Universal. En el centro, Cristo, juzgando y la virgen a su lado. Y todo alrededor, más de trescientas figuras que completan la inmensa pintura.

Cuando al fin pude salir de ahí, luego de una fervorosa lucha con el gentío, me encontré una vez más con un pasillo. Aunque este estaba vacío. De todos modos, luego de un rato encontré más pasillos, pero de los interesantes. Uno de ellos tenía vitrinas y más vitrinas llenas de reliquias, libros de misa, cálices, cruces y demás ornamentos de orden religioso.
El siguiente, artefactos de astronomía. Qué hermosas cosas!! Lástima que la exhibición estaba por la mitad, la mayoría de las vitrinas estaban cerradas y sólo se exponían aquellas cosas que no entraban en los armarios, jejeje. Pero siempre me maravilló la brillantez de esta gente. En esa época se pensaba ( y se llegaba a las conclusiones más increíbles) usando la cabeza, nada de computadoras e inteligencia artificial. Los tipos suponían y confirmaban y generalmente tenían razón. Admirable.

Al final del pasillo de Astronomía había un puesto de souvenirs (había encontrado varios a lo largo del recorrido) y las Galerías de las Bibliotecas Vaticanas. Lamentablemente, no estaba permitido el acceso. Igual, sólo hay libros viejos, jajaja. EL techo, una vez más, una maravilla.

Casi de casualidad, por donde me iban llevando los intrincados caminos, me topé con una bifurcación. “Uscita” o “Pinacoteca”. Cómo! Si me faltan cosas todavía!!

Por lo pronto decidí tomar el camino a la Pinacoteca. Cada vez disfruto más de las pinturas, la verdad es que descubrí un mundo nuevo en los Museos. Obviamente, la mayoría de las obras eran de carácter religioso (con una, o dos excepciones como máximo). Las quince salas que componen la pinacoteca están dispuestas en orden cronológico, desde la Sala de Primitivos Italianos y Bizantinos (del año 1100) hasta los artistas del 1700 y comienzos del 1800. (Incluso luego hay una sala dedicada a artistas contemporáneos, pero la verdad es que era bastante menos interesantes... maldito minimalismo moderno, jeje)

No voy a hacer un catálogo de tooodas las obras que hay ahí. Para eso pueden encontrarlas en www.vatican.va. Pero, como siempre sucede, hay algunas muchas que realmente se me quedaron en el corazón. Antes de Rafael, nada que declarar. Luego hay una sala sólo de Rafael, en la que encontramos un enorme tapiz con La Última Cena, igual al famoso fresco. Y en la pared opuesta, tres bellisimos cuadros de Rafael, La Virgen de Foligno, a la izquierda, Coronacion de la Virgen a la derecha, y en el centro, la Transfiguración, último cuadro del maestro Rafael, el cual no terminó por haberlo sorprendido la muerte, a los 37 años, en 1520.
Las salas subsiguientes se ponían más interesantes. La mayoría signadas por el “manierismo”, es decir, artistas que seguían “la manera” de los grandes Rafael y Miguel Angel. Había incluso una obra de Leonardo Da Vinci, San Girolamo, la cual está sin terminar, como muchas obras del excéntrico artista. Luego seguían, Bellini, Tiziano, Veronés, Ludovico Caracci, Giorgio Vasari, Girolamo Muziano, Guido Reni, Domenichino, y un largo etcétera. Dejenme destacar, porque lo adoro, un único cuadro de uno de mis pintores favoritos de todos los tiempo (noo! Ciruelo noo!!) el Descendimiento de la Cruz, del genial Caravaggio. Adoro este tipo, la capacidad de capturar la luz, la vivacidad de sus colores, el realismo de sus composiciones, lo adoro!! Y cada vez me gusta más. Cuando sea millonaria, me voy a armar una colección de Caravaggio, jejeje.

Finalizada la Pinacoteca, me encontré otra vez con el terrible cartel de “uscita”. Pero nooo! Si me faltan las Logias de Rafael! El resto ya no me importaba, jejeje, y aparte ya me quedaba poco tiempo. Me dediqué a deambular buscando como volver atrás para encontrar la Galeria que buscaba. Sabía que había visto los carteles antes de la Capilla Sixtina... Demonios! Cómo se vuelve atrás?? Lo que deben tener en cuenta en los Museos Vaticanos también, es que el recorrido es de una sola mano, jejeje, y con la cantidad de gente que se junta, si has errado el camino, volver en contramano es bastaaante difícil, jejeje. Pero de todos modos allá fui, me encantan las empresas imposibles... Hasta que por fin encontré dos tipos que parecían seguridad que hablaban con un tercero “Scusatemi, come (cazzo) faccio per arrivare alle stanze di Rafael??" Y les salió el tano de adentro, luego de hacer comentarios sobre mi camiseta del Barça, uno de ellos dice “Ti accompagna lui” señalandome al tercero. Ok, allá fuimos. Yo ya sabía que si me decía seguí derecho por acá y después doblá allá, las iba a encontrar, no había necesidad de que “me acompañe”. Encima el tipo insistía en darme charla y los italianos me dan cosita, jejeje, no sé si es la mirada o qué...
Atravesamos la galería de los artefactos astronómicos (no sé cómo había llegado ahí) y al final, en vez de seguir derecho como tenía pensado yo, el tipo dobla y me llama “Eh!! Por aquí, tenemos que tomar el ascensor” Ascensor??? Que ascensor?? Yo, me tengo que meter ahí?? Sola en un ascensor con un italiano?? Mamma mia!! Le dije que de ahí ya sabía como llegar y me explicó que no me sería posible atravesar la Capilla Sixtina en contramano porque no te dejan entrar por la salida... en fin...
El viaje en ascensor, por suerte, fue cortísimo. Salí disparada de ahí, jajajaja, y cuando me estaba yendo, el tipo me pregunta “Eh!! (si, a todo le anteponen eh!!) Como te llamás??” “Maria!!” le grité sin darme vuelta, y me adentré en el pasillo y en la multitud...

De repente me di cuenta de que estaba en la Sala de los Tapices (si ya conocía el Museo como la palma de mi mano!!) Así que caminé a paso ligero, esquivando aquí y allá los numerosos contingentes, luego la Galería de los Mapas, y así hasta que llegué al bendito cartel que anunciaba el camino a los Apartamentos Borgia y las Logias de Rafael. Eran una serie de salas completamente (pared y techo) pintadas. Para destacar las más importantes, voy a mencionar sólo la Sala de los Claroscuros, cuyas pinturas son en su totalidad, obras en tonos de grises simulando esculturas; y de Rafael, la Sala de Heliodoro, con La Liberación de San Pedro de la Cárcel y el Milagro de Bolsena; la Sala de la Signatura, fue ciertamente la que más me emocionó; y la Sala del Incendio del Borgo.

Dejenme contarles un poco sobre la Sala de la Signatura. Sobre sus cuatro paredes hay sendas magníficas obras de Rafael. Apenas entrás, en la pared de enfrente, La Disputa del Santisimo Sacramento, la Trinidad en medio de la escena, rodeada por un semicírculo de los más importantes apóstoles, santos y mártires y por debajo, la iglesia, la delegación terrena, con los Papas y cardinales más renombrados.
Siguiendo hacia la derecha, El Parnaso, el mítico monte donde se reunían las Musas junto a su Dios protector, Apolo (incluso escondido hay un retrato de Dante!)
A la derecha una vez más, y la obra que más me gustó de todas, la Academia de Atenas, en el centro tiene a Platón y a Aristóteles. A la izquierda, Sócrates discute con Alcibíades. Un poco más abajo, Pitágoras explica su obra a algunos alumnos. Diogenes sobre las escaleras, Zoroastro y Ptolomeo discutiendo astronomia, en fin, están todos!!! Incluso hasta Rafael, jajaa, que incluyó un pequeño retrato de sí mismo en la composición. Es realmente emocionante de tan linda...

Bueno, visto y considerando que la extensión de este post se ha tornado excesiva, y que seguir sería abusar impiadosamente de la paciencia de mis lectores, me dirijo ahora mismo derechito a la salida.

Por último había algunas muestras de “arte relogioso moderno” que no me gustaron nadita. Salvo la Piedad, de Van Gogh, que no sé qué hacía en esta sección.

Y al final del camino, la última posta antes de franquear la salida, la particular escalera helicoidal de Giuseppe Momo. Muy linda!!! Aunque te lleva hacia abajo impulsivamente, jejeje.

Bueno, en realidad no era la útima posta. La última posta era el Guardarropas, donde había dejado mi mochila con la intención de alivianar mi caminata... Y al encargado de guardar la ropa, como de costumbre, le llamó la atención mi camiseta del Barça. “Ronaldinho!” me dijo. Le puse cara de “que boludo” y me di vuelta para que lea el nombre. “AHH!! Messi!!! Sei española??” Me pregunto en espaliano. “No, (stronzo) Argentina”. “Ahh!! Maradona!! (ahora si). Quién es mejor?? Maradona o Messi??” Mientras me iba, le respondí que Messi. Casi me asesinó con la mirada, como si hubiera cometido la más grave de las blasfemias (debe haber sido napolitano), y antes de doblar la esquina me di vuelta y le grité “Messi no se droga!!!” (Todavía, pensé... jejeje) y sonrió asintiendo...

Y cuando salí???? A que no adivinan???? LLOVÍAAAAAA!!!! OTRA VEEEZ!!! My God!! Que para eso me iba a Londres!!!!!!
Basta de lluvia!!! Ya estoy pasada por agua y escasa de Vitamina D...

Y bue... la esperanza es lo último que se pierde... esperemos que salga el sol....

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