jueves, mayo 31, 2007

Que los cumplas feeeeliiiz!!!!!!

Hoy es el cumpleaños de mi sagrada madre.

Perdoname por no estar ahí con vos. En días como hoy es que esta distancia se me hace insoportable. Y a veces el dolor es tanto que me hacen pensar si realmente vale la pena todo esto, me hace dudar si realmente quiero pagar este precio. Te extraño muchísimo!!! Y te necesito todos los días...

TE AMO CON TODA EL ALMA, MAMÁ!!!!!!!!!

FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!!!!!!!!


(Y perdoname que no te mande nada, pero ya sabés que estoy en bancarrota, jeje. TE QUIERO!! Que tengas una hermosa fiestita!!! :D)

sábado, mayo 12, 2007

Escalera al cielo

Y como el solcito sigue acompañándonos....

Hace rato que le tenía ganas, y hoy me levanté y dije “es el día”.

Me encaminé otra vez a San Pedro. Que de tanto frecuentarlo me voy a volver católica por ósmosis!!
Pasé el check-in para entrar a la Basílica, pero antes de sus puertas me desvié a la derecha. Sabía que me esperaba una larga cola... obviamente.

Compré mi boleto de 4€. Con uso del ascensor costaba 7€, pero ya que mis fondos menguan día a día me inventé la excusa de que no me vendría mal el ejercicio.

Y leí una vez más el cartelito, tal vez con la esperanza de haber leído mal la última vez....
“Con ascensor: 352 escalones”
“Sin ascensor: 551 escalones


Y bue...
Era lo que llevaba subir a la cúpula del genio Miguel Angel, esa que corona la basílica de San Pedro. Pueden creer?? Se puede subir!! Y no me lo iba a perder por nada!!!

Así que comencé mi colosal escalada...

Un escalón, dos escalones, y al decimoquinto perdí la cuenta... y el aire, jejeje. Era una infinita espiral de escalones que me llevaban cada vez más cerca del cielo.

La primera parada era al aire libre. La escalera terminaba en una puerta que llevana a una terraza sobre la basílica, donde había otras cúpulas de menor tamaño. Estaba a la altura de las figuras de travertino que coronan el frente de la Basílica, pero no tenía mucha vista desde ahí. No podías acercarte al frente.
Igual, no pude evitar imaginarme que ahí era donde se había subido el camerlengo Carlo Ventresca de “Angeles y Demonios”, cuando hizo su aparición triunfal de entre los muertos...

Aproveché el aire libre para recuperar un poco las pulsaciones, y seguí subiendo...

Más o menos a tres cuartos del total del trayecto, se abría un descanso a la derecha. Cuando salí, casi me desmayo de la emoción!!!!! De repente, y sin entender como, me encontraba dentro de la basílica, pero a 100 metros del suelo!!!!!!!! Es increíble!! No se pueden ni imaginar lo que se siente!! Estaba en la base de la cúpula, por sobre la nave principal de la Basílica, en un pasillo circular de dimensiones astronómicas.
Desde aquí se podían ver todos los detalles de la cúpula que son imposibles de enfocar desde abajo. Lo que más me impresionó es que no está pintada como yo pensaba, si no que esta cubierta integramente de mosaicos!!!!! Pequeños mosaiquitos de todos los colores que van conformando el arte de la bóveda. Sin palabras...

Continué subiendo, ya había perdido la cuenta de los escalones, obviamente. A mí me parecía que ya había subido unos dos millones y medio, pero aparentemente no había pasado de los quinientos...

La escalera ya no describía una amplia espiral, y cambiaba de forma a cada rato, una caracol, una rampa, otra espiral amplia, un zig zag, y asi. Mientras volvía a describir una espiral alrededor de la cúpula, las paredes comenzaron a angostarse... y no sólo eso, si no que también comenzaron a inclinarse levemente hacia la derecha. Bah, primero levemente, después ya tenías que caminar apoyando el brazo en la pared porque no podías sostenerte de lo inclinado que estaba. Alucinante... las paredes iban siguiendo la forma de la cúpula...

Más adelante, la inclinación se hizo tan marcada que ya era imposible continuar, por lo que seguían varios tramos de escaleras en zig zag. Primero para un lado, luego para el otro, y así... puuuuffff.... De vez en cuando tenía que parar a ver si mi respiración me seguía... No era la única, por todos lados había gente doblada al medio tratando de oxigenarse, jejeje. Y lo peor es que cuanto más subíamos, más se enrarecía el aire. Y la estrechez del lugar no ayudaba, jejejeje...

Al final del zig zag, habia una escalera recta, luego una caracol... y la luz del sol!!! WOW!! No lo podía creer!! Lo había logrado!! Sin desmayarme y sin desesperar!!! Qué emoción!!! Cuando salí a la balaustrada, todo el aire que había recuperado se me volvió a escapar en una exhalación del más terrible asombro....

Tenía TODA la ciudad de Roma a mis pies....

Una vez más, no tengo palabras (no creo que existan) para explicar lo que se siente estar ahí arriba... Me sorprendí recordando la subida al Empire State con mi papá... Algo así... Sólo que no tenía enrejados entre mi y el horizonte...Y Manhattan y Roma se parecen poco, jejejeje.

Y lamento decir que no es el caso en que “una imagen vale mil palabras” porque ni siquiera las fotos pueden transmitir lo sobrecogedor de la vista...

Fue mi pequeño camino al cielo... Ida y vuelta...

Puuf!! La vuelta!! 551 escalones de nuevo!! Y hacía abajo no es más cómodo que hacía arriba, pues si bien no sufre tanto el sistema cardiorespiratorio, sufre terriblemente la musculatura!!!

Otra vez se podía salir a la terraza, pero esta vez, del otro lado, por lo que podías acercarte al frente, aunque no asomarte... Es gracioso, la terraza parece un shopping, hay una inmensa tienda de souvenirs y hasta un bar para “recuperarse” de la subida, jejeje. Además del montón de cúpulas menores salpicadas por la explanada. Salvando las diferencias, me hizo acordar un poco a la terraza de La Pedrera, el suelo era irregular...

Una de ésas cúpulas de por ahí, era el “re” ingreso a la Basílica. Más escalones!!! Empecé bajando lento porque me entretuve leyendo las placas en las paredes, que conmemoraban visitas ilustres de realeza de todo el globo que se habían dignado a subir a la cúpula... “1844 Principe Guglielmo d’Orange” “1846 Anna Reina de los Paises Bajos” “1851 Carlos III de Borbón”, y así...
Finalmente llegué otra vez a suelo firme... Dios... qué viaje!!! Al cielo ida y vuelta...

Imágenes que valen unas cuantas palabras...
(Ya están las fotos!!!!!)

miércoles, mayo 09, 2007

Un poco de historia...

Y por fin el Dios sol nos honró con su presencia!! Y como estaba esperando esta oportunidad, me fui derechito a los magníficos Foros Imperiales...

Me tomé dos colectivos y me bajé en Piazza Venezia. Por detrás del monumento empieza la Via dei Fori Imperiali, y mi idea era bajar por ahí hasta el Coliseo haciendo un poco de zig zag entre las ruinas. Tenía entendido que no se podía entrar...

Empecé por el Foro de Trajano, a la izquierda. Trajano fue un emperador romano, como se imaginaran, jajaja. Y su mayor proeza fue conquistar la Dacia, que es la region que actualmente es Rumania. Entonces, como celebración de su victoria, le mandó al arquitecto Apolodoro de Damasco que construya el Foro Trajano. Este foro, incluía entre otras cosas dos bibliotecas, una basílica, un templo, una gran estatua ecuestre del emperador, un arco de triunfo y la impresionante columna honoraria. Aunque todo lo que queda hoy en día son un montón de piedras desparramadas, jejeje. La columna, sin embargo, sobrevivió hasta nuestros días, a lo largo de 20 siglos!!! Lo más interesante de este particular monumento es la faja helicoidal de bajorrelieves que la rodea hasta la cima y que da una visión casi documental de las armas, las artes y las costumbres, tanto de los Romanos como de los conquistados Dacianos.

Más a la izquierda del Foro de Trajano se encuentran los Mercados de Trajano, un conjunto semicircular tan bien conservado que permite utilizarlo actualmente para exposiciones y manifestaciones culturales.

Junto a los Mercados de Trajano se encuentra el Foro de Augusto, y en él, el Templo de Marte Ultor (vengador). Fue construido por Augusto (Octaviano) luego de cumplir su venganza contra Bruto y Casio, los asesinos del Cesar, su tio. Es realmente impresionante, cuando se ven las reconstrucciones por computadora, y las ruinas, y se aprecia lo colosal y lo bello de las construcciones, realmente da piel de gallina...
Obviamente no espero que conozcan a estos personajes tanto como yo, jejeje, pero les ayudaria a darse una idea de la emocion que me provoca la prueba irrefutable de que fueron reales y de que hicieron todas estas cosas... realmente... es abrumador...

Al fin de esta pequeña península de foros esta el Foro de Nerva, bastante pequeño y del cual no queda mucho...

Así que volví a subir hasta el inicio por la Via dei Fori Imperiali para comenzar el recorrido de la derecha.

Lo primero que noté es que sí se podía entrar a los foros, jejeje, y que no había cola!! (raro acá) aunque la cantidad de gente era masiva...

Aunque el corazón me repruebe, me voy a limitar sólo a lo más importante, porque si no, la extensión del relato podría acercarse al limite de lo humanamente legible, jejeje.

Habia un camino de piedra que bajaba y se internaba en los foros. Lo seguí. Apenas traspasar la reja que circunda el sitio arqueológico, me llamó la atención una pequeña escalerita que bajaba... Al final había una señora sentada con una caja, frente a una puerta. La caja decía “Entrada a voluntad”. Chanfles, qué curiosidad....
Un cartel me informó que ahí abajo se encontraba la cárcel dónde habían estado presos San Pedro y San Pablo... a la pucha!! Saqué algunas monedas y me metí.... Por favor, que cagazo que tenía!! No había nadie adentro, un silencio sepulcral, un pequeño altar al frente, paredes de piedra húmedas y frías, y otra escalera que bajaba, más pequeña que la anterior... Seguí bajando, con el corazón en la boca. La verdad es que estaba asombrada de que mis pies sigan caminando... Como había estado en el sol, mis pupilas aún estaban muy cerradas, por lo que no veía absolutamente nada. Iba agarrandome de la baranda hasta que la escalera se terminó. A la izquierda se habría un pequeño hueco en la tierra (porque no era más que eso), una minúscula habitación oscura y húmeda. Alcancé a ver una figura y luego entendí que era otra turista desprevenida como yo. Le susurré “Scary, isn’t it??” Y me dijo que si y se largó a reir nerviosamente. Evidentemente estaba más asustada que yo, jajaja. En aquél agujero había otra especie de altar, más pequeño, y un pedazo de una columna, que, según anunciaba una placa, era la columna donde habían estado atados Pedro y Pablo antes de ser conducidos al martirio... que tul??
Salimos juntas, las dos turistas, y subimos juntas la escalera que llevaba a la salida. Cuando ibamos llegando a la puerta, ésta se abrió sola, y con lo sugestionadas que estábamos... jajajaja, la señora pegó un salto que casi queda sentada en mis brazos!

Salí otra vez a la luz y tenía enfrente mío un gigantesco arco de esos que abundan por estos lados. Gracias a mi guía me enteré que era el Arco de Septimio Severo, hermoso, super ornamentado. Fue erigido en honor a Septimio y sus dos hijos, Geta y Caracalla. El arco tiene su historia, y aún está en pie para contárnosla: luego de haber asesinado a Geta, Caracalla mandó borrar el nombre de su hermano de la inscripción en el arco.

Desde el Arco de Septimio Severo, parte la Via Sacra, la vena principal de los foros, que corre en medio de éstos y termina en el Coliseo. Por ella desfilaban los generales victoriosos para que todos los vean, llevando consigo sus botines y trofeos de guerra, y seguidos por montones de prisioneros.

A la izquierda del Arco de Septimio, se encuentra el Templo de Saturno. Incluso lo poco que queda da para ver lo colosal de la construcción. Alguno puede decir que un par de piedras y columnas rotas no impresionan a nadie... pues, a mi si, jejeje, es que si lo que queda es así de grande, como habrá sido el Templo en todo su esplendor??!!! Titánico!!! Fue construido en el año 498 A.C. y funcionaba como tesoro público. Ahí también se guardaban los estandartes de las legiones y los decretos del Senado.

Volviendo al Arco de Septimio y bajando por la Via Sacra, lo primero que encontrás a la izquierda es la Curia, que era la sede nada menos que del Senado Romano. Es una construcción rectangular y altísima, que desentona bastante con el resto. Fue destruida y reconstruida varias veces y en la Edad Media fue transformada en iglesia Católica dedicada a San Adrián. Luego, en los años treinta se le devolvieron sus condiciones originarias con operaciones de restauración exhaustivas.

A la derecha, el Foro de Julio Cesar (mi preferido, jejeje). Lo primero que vi, fue el Ara. Yo no tenía la menor idea de qué era un Ara así que me acerqué a leer la placa. Y me emocioné al enterarme que era el mismísimo lugar donde lo habían cremado!!! Pensar que toda esta gente realmente estuvo deambulando por acá, donde yo estoy ahora, hace más de 2000 años... que groso...

El foro de Julio César también incluye la Basílica Julia (Julia era la familia a la que pertenecía César) de la que solo quedan las bases de las columnas... :(
La Basílica era un enoooorme edificio de cinco naves, que tenía tabiques móviles (toma mate!!) que permitían que se desarrollen varias audiencias a la vez. Y en lo escalones exteriores aún pueden verse tableros de ajedrez dibujados en el mármol para que se entretengan los que esperaban afuera!! Qué gente grosa!!

Entre el ara y la basílica está el templo de Vesta, de forma circular, que custodiaba la imagen de Minerva (la Palas Atenea de los griegos) la diosa de la sabiduría y la guerra. Según la inscripción, fue construido por Numa Pompilio, que lo hizo redondo debido a que creía que la tierra era redonda??? Visionario el hombre... Las Vestales estaban encargadas de mantener el fuego siempre encendido. Eran seis. Jovencísimas y dedicadas doncellas, que si quebrantaban el voto de castidad eran enterradas vivas, JOJOJOJO!!! Vivían en la Casa de las Vestales, junto al templo de Vesta. Hoy en día, en este lugar, puede verse un hermoso jardín con tres piletas, y algunas de las estatuas de las Vestales más reconocidas por su abnegada labor.

Entre la Casa de las Vestales y la Basilica Julia, está el templo de Cástor y Polux (mis preferidos!!! También!!) Lamentablemente sólo quedan tres columnas...

Volviendo a la Via Sacra, está el Templo de Antonino y Faustina, que se parece bastante con una iglesia, jejeje. Fue erigido por Antonino, para honrar a su fallecida esposa Faustina, a quien amaba profundamente.

Junto a él, está el Templo Redondo de Romulo (que no es el hermano de Remo, si no el hijo de Majencio). A su lado, sobre una pequeña colina, está la Basílica de Majencio, su padre. Es realmente inmensa!! Te pone la piel de gallina...

Luego de recorrer un poco la Basílica e imaginar sus años de grandeza, volví a la Via Sacra y me encaminé a una escalera que veía a lo lejos. “Apuesto a que desde ahí arriba hay una linda foto panorámica”. La escalera llevaba a la entrada a la Colina del Palatino. Lamentablemente, para acceder a sus maravillas hay que pagar entrada, y hoy ya no valía la pena. Mientras estaba entretenida ahí arriba con mi cámara en la cara, dos pibes que subían la escalera comienzan a hacer comentarios ( a mí, jeje) sobre mi camiseta. Escuché que uno le dice a otro “Vos aaaandá yeeendo que yo meee quedo cooon Messi”. No pude evitarlo... me di vuelta y le dije “Cordooobé!!”, jajajaja!! Sii!!! Era cordobés!! De Unquillo!!! Y el amigo porteño. Ahí nomás nos enfrascamos en una intensa y prolongada charla que fue desde la Mona y los criollitos con Coca de vidrio, hasta los pros y los contras de emigrar. Charlamos de todo!! Y en cordoooobé!! Qué nostalgia!!

Me contaron que estaban viajando desde hace un mes (qué envidia!), haciendo interrail, y que se iban de Roma esa noche. Me preguntaron si realmente valía la pena ver la fuente esa de Trevi, jajaja. Les dije que sin ninguna duda, y allá fueron, previo regalarme su entrada para la colina del Palatino, que era la misma que para el Coliseo, al cual habían entrado antes. GRACIAS!!!

Así que ahí fui. El Universo complotó de manera extraña para que yo termine entrando al Palatino, jojojojo!! Además de ser el lugar donde se cree que Rómulo trazó el surco con el cual "fundó" Roma, el monte Palatino es donde residia la realeza, donde están los palacios imperiales y algunos otros edificios destinados a la crème de la crème, incluido el Paedadogium, el insituto de educación para la prole real, y el Estadio de Domiciano. Es, sin duda, donde más se aprecia la grandeza de la antigua Roma...

Y al final el sol se escondió, luego de regalarme un hermoso día al aire libre... El mismo sol que iluminaba todos estos personajes fantásticos, que, sin embargo, y aunque me cueste asimilarlo, fueron tan reales como yo....

Un poco de arte....

Amaneció un hermoso día de sol, y entonces.... me fui a los Museos Vaticanos, jajaja!! Obviamente volví a hacer cinco cuadras de de cola, pero por lo menos hoy, como se pagaba, había muchos que desertaban por lo que se hacía más rápida.

Cuando al fin traspasé la puerta, me invadió una súbita emoción. No sé si por estar dentro de los grandiosos Museos Vaticanos o por saber que la cola por fin se había terminado, que finalmente había llegado al oro al final del arco iris.

Luego de pagar el excesivo precio de 13€, esperaba recibir un montón de folletos informativos y algún que otro mapa que me ayude con el recorrido. Nada, niente, rien, res. Solo un ticket electronico con un código de barras. Ni siquiera gracias me dijo!!!

Pero bueeeno, las maravillas que hay ahí adentro...

Después de la primera posta, dejar la mochila en el guardarropas, y de subir escaleras y atravesar pasillos, salí al majestuoso Patio de la Piña. Qué por qué se llama así?? Pues, porque en uno de los extremos tiene la extraña escultura de una piña, jejeje. A veces la explicación más simple es la correcta, no?? Le di toda la vuelta al patio, puesto que desparramados por los bordes había un montón de despojos de la antigua Roma.

Se ingresa a los Museos por la Galería Chiaramonti, un laaaaaaaargo pasillo que contiene más de ochocientas estatuas y bustos y demás cosillas. Ya empezamos bien!!! Era impresionantemente hermoso. Todo. Estos antiguos eran unos genios de la escultura, por Dios!! El manejo de la anatomía, las expresiones. Que, aunque se crea lo contrario, todos los bustos eran diferentes!! Fieles retratos de los que portaban dicha cara. Si es que el arte de los bustos era la fotografía de antes. La verdad que mis aplausos y reverencias a estos escultores. Han creado maravillas.
Había de todo, desde bustos de Constantino o César hasta el de alguna ricachona desconocida que quería su retrato. Viejos con mantos en la cabeza, viejas con peinado “al estilo de la república”, o con el pelo suelto, o trenzado, o ruludo, generales en toda su gloria, y senadores de papada abundante, de todo!!! E intercalados con los estantes llenos de bustos, había esculturas de todo tipo. Dioses y Diosas, emperadores, soldados, personajes mitológicos, estaba Hercules, Dionisio, Minerva, Artemisa y hasta la gran Juno!!!

(Quieren un dato curioso?? Pues, aquí les va igual. Tal y como me había contado Dan Brown en su libro, “Angeles y Demonios” no me acuerdo en que año se llevó a cabo una “castración” masiva de esculturas, jojojo!! A las que deliberadamente les arrancaron el pitito a cincelazos y colocaron en su lugar una pudorosa hoja de arce. Y tal como había descripto, se nota la diferencia de tonos ya que la hoja es bastante más clara que el resto!! Algunas muy pocas se habían salvado, y la mayoría de los niñitos también. Aparentemente el pitito de los niños es más inofensivo (en toda la literalidad de la palabra. Me hacía gracia pensar en una frase que había leído en el libro que decía algo como “en algún lugar del Vaticano debe haber una enorme habitación llena de penes blancos” JUUUAAAA!!!!)

Luego de unos cuantos pasillos y algunas cuantas salas más (entre las cuales cabe destacar una hermosa escultura llamada “Apoixomenos” del Siglo I D.C.) se llega al Patio Octogonal del Belvedere. Es un hermoso patio, aunque pequeño, que en realidad es cuadrado, pero tiene las esquinas recortadas. Y en éstas esquinas, están algunas de las más preciadas esculturas de los Museos Vaticanos.
Entre éstas, Apolo de Belvedere, Perseo y la preciosísima Laooconte (y sus hijos, atacados por serpientes marinas). Es PER-FEC-TA!! Tan perfecta! Tan hermosa. Tan detallada, si hasta las venas se les notan! Y las expresiones de las caras! Es bellísima! Impresionate. La verdad es que me dejo anonadada.

Siguiendo los carteles que dicen “Capilla Sixtina”, llegué a la Sala de los Animales, donde había, obviamente, esculturas de animales! También, una más perfecta que otra, con todos los detalles, las arrugas, la musculación, las expresiones, la acción que transmiten. Que maestría...
Luego de la Sala de los Animales, sigue la Sala de las Musas, que contiene esculturas de siete de las nueve Musas de las artes de la antigüedad romana, entre ellas, Euterpe, Clio, Urania, Thalia... También allí había una erma (columna que termina en un busto) del célebre poeta, presumiblemente ciego, Homero. Sí, si, allí estaba el hombre cuyos relatos inspiraron esta pasión mia por la historia antigua de Roma y Grecia. Casi que me dieron ganas de hacerle una reverencia, jejeje. De agradecimiento por haberme presentado ese mundo...
En el mismísimo centro de la sala había una especie de altar reverencial a una escultura toda rota, ajajaja. Es de lo más preciado que tiene el museo, no sé por qué. Es decir, es impresionante, es perfecta y bellísima, pero está rota!! Jajaja! Se trata de “el torso de Belvedere”, magnífica por donde se la mire, se presume que representaba al heroe Hercules.

Pegada a la Sala de las Musas se encuentra la Sala Redonda. Nombre original, no?? Tenía las esculturas más grandes de todo el museo, en hornacinas alternadas, desde Júpiter hasta Adriano. Y una en bronce dorado que me encantó pero de la cuál no pude averiguar el nombre. La verdad es que para recorrer los Museos Vaticanos viene bien un guía. Contratar uno afuera o pagar por la audioguía del museo, porque si no, la información es muy escasa y no se entiende siquiera en qué sala se está. (Ay, si fuera privado!!) Yo a veces me sumaba a los grupos que pasaban pero tenía que separarme antes de que se den cuenta de que los seguía, jejeje. Por suerte me había ido bastante documentada sobre los Museos, si no, se te mezcla todo y no entendés nada...

Después de la Sala Redonda estaba la Sala en Cruz Griega, donde había sólo dos sarcófagos de pórfido de la madre y la hija de Constantino y algunos bustos de la familia.

Luego seguían un par de salas menores llenas de esculturas y pasillos que iban y venían, los cuales seguí. Me llevaron a la Sala de los Tapices. Una luz demasiado tenue y una multitud de personas en el pasillo dificultaban su apreciación, pero por lo poco que pude ver, eran impresionantes! Si no me equivoco, fueron confeccionados por la escuela de Rafael. Los que más me llamaron la atención fueron los pertenecientes a la serie “La Matanza de los Inocentes”. Imágenes de oscura crudeza que mostraban soldados asesinando niñitos y la desesperación de sus madres por protegerlos.

No sé cómo, porque a esta altura ya estaba bastante perdida, llegué a la Sala de las Cartas Geográficas (es decir, mapas). Un laaaargo pasillo también. Y, aunque los mapas estaban pintados sobre las paredes, yo no podía quitar los ojos del techo. Cuánta riqueza de detalles!! Aunque por ahí parecía un depósito donde habían puesto un montón de cuadros amontonados.
Los mapas a los lados representaban las distintas regiones de la península Itálica.

En este punto, lo que quería era llegar a la Capilla Sixtina, en caso de que no me dé tiempo de recorrer todo. Ciertamente no quería perdérmela!! Así que caminaba ignorando el resto de los carteles que no dijeran “Capella Sistina”. Al final, no pude avanzar más, me topé con un angostísimo pasillo con lleno de gente. De a poco íbamos avanzando así que supuse que era la cola para entrar a la Capilla (si acá para todo se hace cola). Luego de un rato llegué a la minúscula entrada en medio de una escalera. De ambos lados de la escalera venía gente, por lo que la pequeña puerta hacía de embudo.

Cuando entré, no podía creer lo que veía (y eso que ni había mirado al techo!) No cabía un alfiler! Eran todo cabezas y cabezas por donde se mire, no había ni un sólo huequito, el piso no se veía en absoluto!!!! Luego me resigné, y dije “no hay otra forma”. Así que eliminé toda esa gente de mi campo de atención y me dediqué a admirar las maravillas que cubren las paredes y el techo... (era un poco difícil, puesto que la gente se pone bastaaaaante ruidosa y hay unos tres o cuatro “seguridad” que se la pasan gritando “NO PHOTO!!!!!! SILENZIOOOOOO!!!! NO PHOTO SIR!!!!!! SIGNORA!! ABBIAMO DETTO NO PHOOOTOOOOOO!!!!" Lo que era bastante irritante) Siguiendo el consejo de mi guía de bolsillo esperé pacientemente a que se libere un lugar en los bancos de los laterales. Es que si no, después no te bancás las cervicales!! Y aparte, por experiencia, cuando estoy mucho tiempo mirando para arriba, termino mareada, jejeje.

La verdad es que no tengo muchas palabras para describir semejante arte. Tuve que cambiar de lugar varias veces porque es imposible admirar todo desde un solo punto. Bueno, como sabrán, todo el techo de la Capilla Sixtina es una colosal obra maestra de Miguel Angel. No puedo creer que le haya tomado sólo cuatro años. Aparte de la inmensidad de la obra, lo que impresiona es la habilidad del tipo, que supo afrontar la desnudez de la bóveda (no hay columnas, ni huecos, ni ventanas, nada!!!) mezclando pintura, escultura y arquitectura con diseños tridimensionales de impresionante realismo. Me saco el sombrero señor Buonarotti. (Dicho sea de paso, me las he arreglado para sacar una fotito, aunque no es la mejor posible) La obra en el techo consta de 9 rectángulos que describen episodios del Génesis bíblico. El más famoso, obviamente, es La creación del hombre. Y con razón, porque es increíblemente precioso. Transmite una energía, una solemnidad, parece que realmente estuviera en acción, es muy impresionante.

Y como si semejante techo no fuera suficiente, sobre la pared del altar se mandó otra gigantesca obra, el Juicio Universal. En el centro, Cristo, juzgando y la virgen a su lado. Y todo alrededor, más de trescientas figuras que completan la inmensa pintura.

Cuando al fin pude salir de ahí, luego de una fervorosa lucha con el gentío, me encontré una vez más con un pasillo. Aunque este estaba vacío. De todos modos, luego de un rato encontré más pasillos, pero de los interesantes. Uno de ellos tenía vitrinas y más vitrinas llenas de reliquias, libros de misa, cálices, cruces y demás ornamentos de orden religioso.
El siguiente, artefactos de astronomía. Qué hermosas cosas!! Lástima que la exhibición estaba por la mitad, la mayoría de las vitrinas estaban cerradas y sólo se exponían aquellas cosas que no entraban en los armarios, jejeje. Pero siempre me maravilló la brillantez de esta gente. En esa época se pensaba ( y se llegaba a las conclusiones más increíbles) usando la cabeza, nada de computadoras e inteligencia artificial. Los tipos suponían y confirmaban y generalmente tenían razón. Admirable.

Al final del pasillo de Astronomía había un puesto de souvenirs (había encontrado varios a lo largo del recorrido) y las Galerías de las Bibliotecas Vaticanas. Lamentablemente, no estaba permitido el acceso. Igual, sólo hay libros viejos, jajaja. EL techo, una vez más, una maravilla.

Casi de casualidad, por donde me iban llevando los intrincados caminos, me topé con una bifurcación. “Uscita” o “Pinacoteca”. Cómo! Si me faltan cosas todavía!!

Por lo pronto decidí tomar el camino a la Pinacoteca. Cada vez disfruto más de las pinturas, la verdad es que descubrí un mundo nuevo en los Museos. Obviamente, la mayoría de las obras eran de carácter religioso (con una, o dos excepciones como máximo). Las quince salas que componen la pinacoteca están dispuestas en orden cronológico, desde la Sala de Primitivos Italianos y Bizantinos (del año 1100) hasta los artistas del 1700 y comienzos del 1800. (Incluso luego hay una sala dedicada a artistas contemporáneos, pero la verdad es que era bastante menos interesantes... maldito minimalismo moderno, jeje)

No voy a hacer un catálogo de tooodas las obras que hay ahí. Para eso pueden encontrarlas en www.vatican.va. Pero, como siempre sucede, hay algunas muchas que realmente se me quedaron en el corazón. Antes de Rafael, nada que declarar. Luego hay una sala sólo de Rafael, en la que encontramos un enorme tapiz con La Última Cena, igual al famoso fresco. Y en la pared opuesta, tres bellisimos cuadros de Rafael, La Virgen de Foligno, a la izquierda, Coronacion de la Virgen a la derecha, y en el centro, la Transfiguración, último cuadro del maestro Rafael, el cual no terminó por haberlo sorprendido la muerte, a los 37 años, en 1520.
Las salas subsiguientes se ponían más interesantes. La mayoría signadas por el “manierismo”, es decir, artistas que seguían “la manera” de los grandes Rafael y Miguel Angel. Había incluso una obra de Leonardo Da Vinci, San Girolamo, la cual está sin terminar, como muchas obras del excéntrico artista. Luego seguían, Bellini, Tiziano, Veronés, Ludovico Caracci, Giorgio Vasari, Girolamo Muziano, Guido Reni, Domenichino, y un largo etcétera. Dejenme destacar, porque lo adoro, un único cuadro de uno de mis pintores favoritos de todos los tiempo (noo! Ciruelo noo!!) el Descendimiento de la Cruz, del genial Caravaggio. Adoro este tipo, la capacidad de capturar la luz, la vivacidad de sus colores, el realismo de sus composiciones, lo adoro!! Y cada vez me gusta más. Cuando sea millonaria, me voy a armar una colección de Caravaggio, jejeje.

Finalizada la Pinacoteca, me encontré otra vez con el terrible cartel de “uscita”. Pero nooo! Si me faltan las Logias de Rafael! El resto ya no me importaba, jejeje, y aparte ya me quedaba poco tiempo. Me dediqué a deambular buscando como volver atrás para encontrar la Galeria que buscaba. Sabía que había visto los carteles antes de la Capilla Sixtina... Demonios! Cómo se vuelve atrás?? Lo que deben tener en cuenta en los Museos Vaticanos también, es que el recorrido es de una sola mano, jejeje, y con la cantidad de gente que se junta, si has errado el camino, volver en contramano es bastaaante difícil, jejeje. Pero de todos modos allá fui, me encantan las empresas imposibles... Hasta que por fin encontré dos tipos que parecían seguridad que hablaban con un tercero “Scusatemi, come (cazzo) faccio per arrivare alle stanze di Rafael??" Y les salió el tano de adentro, luego de hacer comentarios sobre mi camiseta del Barça, uno de ellos dice “Ti accompagna lui” señalandome al tercero. Ok, allá fuimos. Yo ya sabía que si me decía seguí derecho por acá y después doblá allá, las iba a encontrar, no había necesidad de que “me acompañe”. Encima el tipo insistía en darme charla y los italianos me dan cosita, jejeje, no sé si es la mirada o qué...
Atravesamos la galería de los artefactos astronómicos (no sé cómo había llegado ahí) y al final, en vez de seguir derecho como tenía pensado yo, el tipo dobla y me llama “Eh!! Por aquí, tenemos que tomar el ascensor” Ascensor??? Que ascensor?? Yo, me tengo que meter ahí?? Sola en un ascensor con un italiano?? Mamma mia!! Le dije que de ahí ya sabía como llegar y me explicó que no me sería posible atravesar la Capilla Sixtina en contramano porque no te dejan entrar por la salida... en fin...
El viaje en ascensor, por suerte, fue cortísimo. Salí disparada de ahí, jajajaja, y cuando me estaba yendo, el tipo me pregunta “Eh!! (si, a todo le anteponen eh!!) Como te llamás??” “Maria!!” le grité sin darme vuelta, y me adentré en el pasillo y en la multitud...

De repente me di cuenta de que estaba en la Sala de los Tapices (si ya conocía el Museo como la palma de mi mano!!) Así que caminé a paso ligero, esquivando aquí y allá los numerosos contingentes, luego la Galería de los Mapas, y así hasta que llegué al bendito cartel que anunciaba el camino a los Apartamentos Borgia y las Logias de Rafael. Eran una serie de salas completamente (pared y techo) pintadas. Para destacar las más importantes, voy a mencionar sólo la Sala de los Claroscuros, cuyas pinturas son en su totalidad, obras en tonos de grises simulando esculturas; y de Rafael, la Sala de Heliodoro, con La Liberación de San Pedro de la Cárcel y el Milagro de Bolsena; la Sala de la Signatura, fue ciertamente la que más me emocionó; y la Sala del Incendio del Borgo.

Dejenme contarles un poco sobre la Sala de la Signatura. Sobre sus cuatro paredes hay sendas magníficas obras de Rafael. Apenas entrás, en la pared de enfrente, La Disputa del Santisimo Sacramento, la Trinidad en medio de la escena, rodeada por un semicírculo de los más importantes apóstoles, santos y mártires y por debajo, la iglesia, la delegación terrena, con los Papas y cardinales más renombrados.
Siguiendo hacia la derecha, El Parnaso, el mítico monte donde se reunían las Musas junto a su Dios protector, Apolo (incluso escondido hay un retrato de Dante!)
A la derecha una vez más, y la obra que más me gustó de todas, la Academia de Atenas, en el centro tiene a Platón y a Aristóteles. A la izquierda, Sócrates discute con Alcibíades. Un poco más abajo, Pitágoras explica su obra a algunos alumnos. Diogenes sobre las escaleras, Zoroastro y Ptolomeo discutiendo astronomia, en fin, están todos!!! Incluso hasta Rafael, jajaa, que incluyó un pequeño retrato de sí mismo en la composición. Es realmente emocionante de tan linda...

Bueno, visto y considerando que la extensión de este post se ha tornado excesiva, y que seguir sería abusar impiadosamente de la paciencia de mis lectores, me dirijo ahora mismo derechito a la salida.

Por último había algunas muestras de “arte relogioso moderno” que no me gustaron nadita. Salvo la Piedad, de Van Gogh, que no sé qué hacía en esta sección.

Y al final del camino, la última posta antes de franquear la salida, la particular escalera helicoidal de Giuseppe Momo. Muy linda!!! Aunque te lleva hacia abajo impulsivamente, jejeje.

Bueno, en realidad no era la útima posta. La última posta era el Guardarropas, donde había dejado mi mochila con la intención de alivianar mi caminata... Y al encargado de guardar la ropa, como de costumbre, le llamó la atención mi camiseta del Barça. “Ronaldinho!” me dijo. Le puse cara de “que boludo” y me di vuelta para que lea el nombre. “AHH!! Messi!!! Sei española??” Me pregunto en espaliano. “No, (stronzo) Argentina”. “Ahh!! Maradona!! (ahora si). Quién es mejor?? Maradona o Messi??” Mientras me iba, le respondí que Messi. Casi me asesinó con la mirada, como si hubiera cometido la más grave de las blasfemias (debe haber sido napolitano), y antes de doblar la esquina me di vuelta y le grité “Messi no se droga!!!” (Todavía, pensé... jejeje) y sonrió asintiendo...

Y cuando salí???? A que no adivinan???? LLOVÍAAAAAA!!!! OTRA VEEEZ!!! My God!! Que para eso me iba a Londres!!!!!!
Basta de lluvia!!! Ya estoy pasada por agua y escasa de Vitamina D...

Y bue... la esperanza es lo último que se pierde... esperemos que salga el sol....

domingo, mayo 06, 2007

Y mientras siga nublado...

...más iglesias!!!
Esta vez fue el turno de Santa Maria Mayor, una de las iglesias más lindas que he visto (después de San Pedro, obvio, jajaja). Santa Maria Maggiore está muy cerca de donde trabajaba, por lo que ya la había visitado antes, aunque sin cámara...

Según cuenta la leyenda (porque todas las iglesias acá tienen el por qué de su ubicación) en la noche del 5 de Agosto del año 352 (si!! hace un montón!!) la Virgen se le apareció en sueños al Papa Liberio y le mandó que erigiera una iglesia en el mismo lugar donde, al día siguiente, caería la nieve. Y hete aquí que al otro día nevó en la plaza donde está la Iglesia. Y allá fue Don Liberio y construyó Santa Maria Maggiore. Es la única iglesia romana que, excepto algunos añadidos decorativos, aún conserva su forma y carácter originales. Mucho tiempo, no???
Su campanario, de estilo románico (me encanta el románico!!) es el más alto de Roma!

Por dentro, para variar, es colosalmente enorme!! El techo es una maravilla!! Según parece, dicen que fue dorado con el primer oro traído de América (que choros...)

Empecé (como siempre hago) a recorrerla por la derecha. En la primera capilla, el Baptisterio, encontré una pila bautismal enoooorme, con un Jesús muy fotogénico encima, y un precioso bajorrelieve de mi ya querido Bernini por detrás... Ya sé que estoy bajo las influencias de haber terminado hace poco de leer “Anjos e Demonios” (Si! Lo lei en portugues!!) pero me llamó fuertemente la atención la pintura que coronaba el bajorrelieve, una corona de angelitos (hasta ahí todo bien) que circundaban una pirámide con un ojo??? Eso no es de los masones?? Que yo sepa... O por lo menos pagano, eso seguro... me suena muy a tarot, jaja. Y luego cuando me enteré que la decoración era de Bernini, jajajajaja.

El resto de las capillitas menores a la derecha estaban cerradas y oscuras. La tercera me llevó la mirada porque estaba completamente a oscuras salvo por una luz bastante puntual dirigida al Cristo. Gracias por la foto!!

Al final, en la nave de la derecha, está la fabulosa capilla del Santísimo Sacramento, también conocida como Capilla Sixtina (saben qué?? Recién ahora descubrí por qué la capilla decorada por Miguel Angel se llama Sixtina!! Qué loco, no? Todos los días se aprende algo nuevo...) Es terriblemente hermosa!!! En el centro, sobre el altar, está el tabernáculo, en bronce dorado, obra de un tal Ricci...
Y a cada lado, sobre las paredes laterales, dos monumentales tumbas, las de Sixto V y Pio V, todas decoradas con diferentes bajorrelieves que describen momentos en las vidas de los pontífices. Pedazo de tumba, no??
Y pueden creer que al Pio V este lo tenían guardado ahí??? Y dale con mostrarme cadáveres esta gente!!!!!

Cuando salí de la capilla di justo al ábside. Me quedé helada cuando vi todo bañado por una preciosa luz dorada. La envidia de los directores de fotografía!! Era hermoso!!
Al fondo, un magistral mosaico llamado “El triunfo de María” y un único cuadro sutilmente iluminado. Precioso.

El baldaquín, para variar, una maravilla. Y debajo de éste, haciendo las veces de altar mayor, está el sarcófago en el que fueron colocados los restos del evangelista San Mateo. Qué tul??

Debajo del baldaquín y el sarcófago y todo eso, hay unas escaleras que bajan a lo que parece llamarse la confesión. Yo entré ahí una vez, lamentablemente ahora estaba cerrado. Entré ahí sin saber qué había, y después me enteré que en la cajita plateada que había atrás de una reja, tienen guardadas las reliquias de Belén: cinco piezas del pesebre en el que fue colocado Jesús recién nacido.
Y esto no se queda ahí! Justo enfrente del relicario, una enoooorme estatua de Pio IX rezando, que te deja sin aire de lo impresionante que es.

Ya para el lado izquierdo, se encuentra la capilla Paulina, una de las más ricamente decoradas de Roma. A mi personalmente me encanta. Una de las veces que vine, había un coro de alemanes ensayando y le daban una atmósfera tan celestial que me quedé prendada de la belleza de esta capilla. Sobre el altar mayor, enmarcado en una orgía de dorado y bronce, el cuadro milagroso de la Virgen con el Niño, uno de los tesoros más grandes de Roma, aunque no sé exactamente qué milagro se le atribuye. Sólo sé que, por el entorno que le han hecho, parece importante, jejeje.

(Cabe destacar un angelito en el techo que me llamo la atención debido a su pose un tanto... “erótica”. No sólo era porno, también era menor de edad!!!!!Y está en una iglesia!!)

Y como si fuera poco, a cada lado, más tumbas de señores fallecidos. En esta capilla están Pablo V de un lado y Clemente VII del otro.
Siguiendo a la izquierda de la nave central, hay algunas otras capillitas menores y una impecable escultura de la Virgen con el Niño que me dejó anonadada con su hermosura. My God! Cómo hacen para esculpir así el mármol??

Al final de mi recorrido, salí y me di con que había salido el sol. Por fin!! Tanto tiempo!! Así que me senté un ratito en la fuente frente a la iglesia, a aprovecharlo...

...

Si otras fueran mis circunstancias, probablemente en estos momentos estaría sola, en medio de la nada, rodeada de un montón de hombres borrachos, muerta de cansancio, muerta de hambre, muerta de frio, y con una contractura terrible... pero inmensamente feliz!!!!!!

Si otras fueran mis circunstancias, hoy estaría inmersa en mis añoradas sierras, esperando por unos pocos segundos de adrenalina en estado puro...

Las imágenes, los sonidos, los olores, están grabados a fuego en mi memoria. El rugido de los motores, que hacían latir mi sangre como si fuera la mismísima nafta que los impulsaba. La belleza y la emoción de esos tres segundos que me duraban meses. Los asados, las fogatas, mis bellos paisajes cordobeses, autos estacionados desafiando la física, los momentos de pura pasión, la incertidumbre de los resultados, la fiesta multitudinaria y, al final, la angustia de tener que esperar todo un año. Los extraño. Extraño todo eso...

Extraño mi rally...

Aun recuerdo la primera vez que fui a ver un tramo. Estaba en el cole, y no entendía por qué todos estaban complotando para faltar a clases el viernes... Aparentemente, había algún evento en el Parque San Martín. Me sumé al resto, sin saber bien a dónde íbamos. Y desde ese 1996 en adelante, todos los años, religiosamente, tenía un fin de semana que era sólo mío, y todos sabían que no me encontrarían, que no me detendrían, que no podían contarme para ningún cumpleaños, reunión, casamiento o lo que sea, porque ese fin de semana, iba a estar en las sierras....
















viernes, mayo 04, 2007

Iglesias y más iglesias...

02 de Mayo


Hoy amaneció nublado. Dicen que el mal tiempo va a durar hasta la domenica. Estaba un poco indecisa, no quería que me agarre tormenta en pleno paseo. Pero al final, agarré mi mochila y salí. Mientras no lloviera...

Agarré el autobús 881 y me fui hasta el final del recorrido, jeje. Ahí comienza el Corso Vittorio Emanuelle, que atraviesa la parte sur de la ciudad hasta la Piazza Venezia. Como estaba nublado, la idea era meterme en cuanta iglesia encontrara, ya que abundan por estos lares.

Pero primero pasé por Campo dei Fiori, en el cual se decía que había un pintoresco mercado que recordaba a los tiempos de antes. Bueno, cuando llegué no encontré nada del tipo, jejeje. Obviamente (pensé después) el mal tiempo inhibía a los típicos puestitos de flores que a menudo se encuentran ahí. Había solo dos, y parecían estar levantando campamento. Aparte había dos camiones de limpieza. Aparentemente antes había habido más puestitos. Me quedé un rato mirando el mapa y me acerqué al monumento a Giordano Bruno. Este filósofo “hereje” fue condenado a muerte en tres países de los que consiguió escapar, y al final fue quemado en esta misma plaza, jojojo!! Que bárbaros!! Jaja!

Le di la vuelta a la plaza, persiguiendo una cúpula que veía a lo alto. Volví a salir a Corso Vittorio Emanuelle y me encontré con la Iglesia San Andrés del valle, cuya cúpula es la más alta de Roma, después de la de San Pedro. La puerta estaba cerrada. Y un cartel me informó que abría recién a las 16.30. Así que seguí dando vueltas. Casi de casualidad, llegué hasta Piazza Navona una vez más. Lamentablemente, la Fuente de los Ríos de Bernini seguía con andamios... La plaza, como siempre, estaba llena de gente y de espectáculos varios. Estaba el hombre de los títeres en los dedos, el loco de los globos, los pintores con sus obras, y había también un cuarteto de bandoneón, contrabajo, violín y no sé que otra cosa más, que musicalizaban la escena. Cuando me estaba alejando de ellos, rumbo al centro de la plaza, empezaron a tocar “Garota de Ipanema”. Pois é!! Que saudade!! Ya me entraron ganas de lloriquear otra vez, pero me hice la macha y me la banqué!!

Sabía que ahí estaba Sant`Agnese in Agone. No me costó identificarla, obviamente, por la cúpula. Por suerte estaba abierta. Entre, y, una vez más, me quedé anonadada por su belleza y suntuosidad. Si es que no hay capillitas de madera acá, jeje...



Lo primero que me llamó la atención es que era una iglesia cuadrada... (en cruz griega se dice?? No sé, soy neófita en terminos de arquitectura de iglesias, jeje, estoy aprendiendo!) Era más bien pequeñita, pero eso no le quitaba esplendor. En cada hornacina había un magnífico bajorrelieve en mármol, todos bastante descriptivos! Como “La lapidación de Santa Emerenziana” :S o “El Martirio de San Eustaquio”.

Lo segundo que me llamó la atención, es que nunca había visto tantas palomas en una iglesia!! Es decir, figuras, no había palomas de verdad, aunque se escuchaba el canto de un pajarito allá arriba, y de fondo habían puesto música clásica. Pero quiero decir, palomas de mármol, de granito, de travertino, de madera, estaban por todos lados!!!

Y lo tercero que me llamó la atención, más bien me puso la piel de gallina. En una capillita en un rincón, donde había varias viejitas rezando, había un pequeño altar con una virgen, al parecer Santa Inés. Cuando me acerqué a chusmear descubrí que debajo de la virgen había una urna blanca con piedras de colores, que tenía una ventanita de vidrio redonda en el medio. Y que se veía por la ventanita??? Pues... una calavera. Si, si, así como lo leen. Los muy pícaros pusieron una calavera que casi me mata del susto. Estaba partida a la altura de la frente por lo que la parte del ceño caía sobre las cavidades de los ojos y le daba aspecto de estar muuuuuy enojada. My God...

Salí de Santa Inés y me puse a buscar una heladería. Hoy era el día de helado en mi dieta (yupi!!!) y ya tenía hambre, jejeje. Pucha que es sacrificado esto de la dieta!! Jaja!! Me compré el helado más grande que encontré y me senté en la fuente del extremo izquierdo de la plaza, a devorarlo.

Finalizada la tarea, volví al Corso. A ver si ya había abierto San Andrés del Valle...
Pues si, estaba abierta, y me metí. Dentro, todo era dorado. Era bellísimo!! Todas las ventanas tenían vidrios amarillos por lo que la iglesia entera refulgía en dorado.
A la izquierda, apenas entrar, hay una copia de la Piedad de Miguel Angel, pero en bronce. Como respondiendo a la dualidad que existe en todas las cosas, el bronce era del negro más negro, al contrario del blanco níveo del original. Era igual de hermosa que la de San Pedro! Como escoltas a cada lado, tenía otras dos copias de originales de Miguel Angel, Lía y Raquel.

Cuando estaba doblando una esquina para meterme en la nave de la derecha, casi muero de un infarto otra vez. Por toda la iglesia (y en todas las iglesias que he visto hasta ahora) hay desparramados un montón de confesionarios de madera oscura que forman parte del paisaje. Nunca me llamaron la atención. Cuando doble la esquina y pasé por el frente de uno de estos confesionarios, tropecé hacia atrás del susto cuando descubrí una cara que me miraba fijamente, sutilmente iluminada. Disculpen mi francés pero... qué cagazo!!!! Era un cura, un padre, que esperaba pacientemente que algún pecador se acerque a confesarse. Se debe haber reído él también al ver mi cara de susto, jajaja.

La iglesia estaba demasiado silenciosa, y los pasos de los poquísimos otros visitantes que había retumbaban en todos los recovecos, lo que no ayudaba a mi número de pulsaciones por minuto. Ciertamente no me gusta la idea de estar sola en una iglesia, jajaja. Y encima, al meterme en una capillita, me encuentro con una caja de vidrio con el cuerpo embalsamado de un cardenal o cura o vaya uno a saber qué. Qué tiene esta gente que le gusta guardar esas cosas?? Teniendo en cuenta lo que predican, no entiendo por qué insisten en guardar cuerpos, siendo que supuestamente son el envase material (y por lo tanto descartable) del alma. Pero ahí van y embalsaman a todo cuanto encuentran y lo tienen ahí para asustar a agnósticos impresionables como yo, jajajaja.

Por último, entré en una iglesia menor que encontré en el camino de vuelta, que no aparecía ni en el mapa ni en mi guía y que tenía el insulso nombre de Iglesia Nueva. No había mucho para destacar, comparada con las otras iglesias que vengo viendo, salvo el órgano, que era una impresionante maravilla dorada llena de ángeles.

Luego, emprendí el camino de regreso, puesto que tenía que hacer una llamada urgente a Suiza y no quería que se haga muy tarde.

Sigo a la espera del sol... para visitar los impresionantes Foros Imperiales y otras tantas maravillas al aire libre...