Bueno, no sé por dónde empezar!!!
Me llevará mucho tiempo hacer una crónica de todos los eventos sucedidos en la bella ciudad de Valencia. Es que fue tanto en tan poco tiempo!!!
Empezamos por el principio???
Pues, vamos...
Eso sería el Viernes 16 de Marzo.
Me levanté relativamente temprano ese día. Y así y todo tuve que correr a la estación para no perder el autobús, jajaja, mi mamá se hubiera muerto de los nervios!! Y es que salía de Barcelona Nord y está del ooootro lado!! Aparte, cuando bajé, además de ir super cargada, como siempre, me topé con que en la plaza del Mercado de Bellvitge estaba la feria!! Llena de viejitos paseanderos que obviamente caminan bastante más lento de lo que me hubiera gustado en ese momento, jejeje. Y bueno, me llevó bastante tiempo atravesar la plaza con el bolsazo que cargaba!!
Una vez en el Metro, ya me relajé. Si perdía el autobus era culpa del Metro, jejeje. Obviamente llegué a tiempo. Como había comprado mi ticket por internet (si si, estoy re modernosa con eso), no necesitaba pasar por la taquilla, con sólo mostrarle mi pasaporte a la azafata, me buscaba en la lista y ya... qué organización!! Así que hasta me dio tiempo de fumarme un puchito antes de subir.
Igual era un viaje corto...
Igual era un viaje corto...
El paisaje era más bien serrano. De vez en cuando las montañas cedían y podía verse el mar al otro lado. Lo que más adoré, era que en la cima de algunas montañas descansaban enormes castillos en ruinas... eso no se ve en todos los continentes, no??
El autobus, una cosa de otro mundo. Es decir, otro mundo diferente al que estaba acostumbrada!! Asientos super anchos y cómodos, pantallas de LCD cada dos asientos dónde pasaban películas, azafatas que nos traían botellitas de agua cuando quisiéramos, y hasta un servicio de merienda!! Todo en un viaje de sólo 4 hs que me costó 20 Euros!! (No hagan el cambio!! Jajaja!)
No llegué ni a dormirme y ya estábamos entrando en Valencia. La primera impresión fue más que buena. Valencia es hermosa, realmente. Y tiene ese encanto tan particular que las ciudades grandes pierden cuanto más gente las habita. Y eso que aún estaba sobre el autobús.
Una vez en la estación, me informé sobre cómo llegar a la Plaza del Ayuntamiento. Ya habíamos intercambiado algunos sms con Mário... Ay... estaba a punto de volver a ver a Mário!! No podía evitar estar un poquito exaltada, mis lectores más asiduos ya sabrán... Una parte recóndita de mi, esperaba secretamente que Bruno esté escondido por aquí en alguna parte. Todavía no me cae la ficha de que esté tan lejos y de que no haya podido despedirme. Una vez, en una de nuestras tantas despedidas, recuerdo que Mário me preguntó porqué para mí eran tan importantes las despedidas... No sé... Sólo sé que es importante... Y de Bruno no pude despedirme... Y lo extraño mucho...
En fin... me fui por las ramas... Preguntando y preguntando me enteré que no había ningún autobús que llegue al centro porque estaba todo vallado (a causa de las Fallas) así que resolví tomar un taxi y que me lleve lo más cerca que pueda del Ayuntamiento.
A ver... creo que sería buena idea explicar un poco todo esto de las "Fallas".
Aparentemente, por lo que anduve investigando, las fallas de Valencia comenzaron como una celebracion por San José que es el 19 de Marzo. Se acostumbraba colgar tablados de las paredes, que contenian pinturas de satira o critica a algun personaje o hecho acaecido en la comunidad, que luego quemaban. Luego, un simple decreto de la policia (que, para evitar incendios, ordeno que las fallas se pusieran en cruces de calles o en plazas en lugar de sobre las paredes) modifico estas festividades para siempre. Ahora podian construir fallas tridimensionales!! Lo que devino en los "ninots" actuales.
La cosa viene más o menos así. Diferentes agrupaciones barriales llamadas "Fallas" tienen el trabajo anual de construir un "Ninot" (que es la palabra en Valenciano para "muñeco"). Por toda la ciudad, generalmente en esquinas (al estilo "ochava" como en Barcelona) o donde sea que haya un poco de espacio, hay cerca de trescientas esculturas gigantescas de poliestireno. Son todas temáticas, más bien caricaturescas, de crítica, denuncia, sátira, o meramente artísticas. Y la mayoría muy hermosas! Para el Jueves a la noche ya están completamente terminadas y montadas, y todas tienen a su lado a su correspondiente fallita infantil.
Estas fallas, participan de un concurso en el que les asignan puestos.
Lo más impresionante es que estas enormes obras de arte duran sólo cuatro días en exhibición, puesto que el lunes a la noche, como broche de oro de las celebraciones, y siguiendo las costumbres antiguas, las queman todas. Enteritas, no queda nada... Todos los años, la Crema de las Fallas pone fin a un fin de semana de locura.
Al concurso de Fallas, se le suma el concurso de iluminación de las distintas calles que las circundan, un espectáculo poco frecuente y terriblemente bello.
Además de las Fallas, hay otros ingredientes que hacen a esta fiesta.
Todo el fin de semana es una orgía de pirotecnia por doquier y a todas horas. Desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche hay desfiles permanentes de una treintena de agrupaciones; mujeres, hombres y niños vestidos con los trajes típicos falleros cortejados por una banda. Todas las noches a la una de la mañana, un impresionante (y me quedo corta) espectáculo de fuegos artificiales sobre el Río Turia (que en realidad no es un río!!). Por las noches, fiestas por donde busques, y discotecas improvisadas en las calles o en las plazas. De día, ferias de comidas típicas a la vuelta de cada esquina. Y a toda hora, gente, gente y más gente por donde quiera que se mire!!!
Y como si todo esto fuera poco, falta la Mascletá. Mmmm... es que no sé cómo explicarla. Una vez les dije de lo díficil que era explicar música con palabras. Bueno, ahora me sucede lo mismo, así que haré lo posible pero todo lo que pueda decir ni se acerca a la realidad. A ver... La Mascletá son cientos y cientos de petardos de distinto calibre, conectados por una mecha en común que los va haciendo estallar en una especie de "sinfonía" explosiva. Como si fuera un solo de batería, se podría decir. La magia de la Mascletá es la intensidad que puede alcanzar, que es en promedio de unos.... 120 decibeles!!!!!!!! Y hay una todos los días a las 14hs!!
Conclusión: muchísimo ruido, muchísima gente, muchísima pirotecnia, muchísimas cosas para ver y hacer y muchísisisisisima fiestaaa!!!!!!!!
En fin, retomando con la crónica... Llegué al punto de encuentro acordado y ahí, al cruzar la calle estaba Mário esperandome... Nos dimos un abrazote para matar tooooda la "saudade" que había acumulado en estos cuatro meses, y fuimos a su casa.
A la primera compañera de piso que conocí fue a Asako, la japonesa. Aunque luego no la vi mucho porque estaba con mucho estudio.
Mário estaba reventado y me pidió si podía hacer una siesta. Yo aproveché para dar una vuelta, así que salí cámara en mano y mapa en la cartera. Me impresionó la cantidad de gente y ruido que había. No sé cuántas fallas vi en ese paseo. En cada esquina encontraba una más allá y las iba siguiendo así. En el camino me topaba con desfiles y ferias. Estaba impresionada de la magnitud de las celebraciones.
Casi de casualidad, volví a salir a la Plaza del Ayuntamiento. Había estado caminando cerca de tres horas y estaba empezando a resfrescar.
Haciendo uso de mi pulido sentido de la orientación (:s), volví al departamento.
Mário no había podido dormir mucho, es que había demasiado ruido!!
Nos hicimos un bocadillo y él consideró que ya era hora de despertar al resto que quién sabe desde cuando estaban durmiendo. Puso música a un volumen considerable (no era que los vecinos se iban a quejar!!) y los habitantes de la casa fueron apareciendo uno a uno, jejeje.
Les presento un poco los personajes principales de esta historia:
A ver... primero está Cristina "la Dottoressa" La Tessa, que es italiana (napolitana!), estudiante de medicina. Luego está Dominik ("Domingo" para los amigos) que es alemán y la tercera es Nienke, una holandesa (igual que yo!! Jajaja!) de Amsterdam que estudia cine!! Y que al igual que Aline en Barcelona, es la encargada de romper cosas en el departamento, jajaja. Los tres están en Valencia haciendo Erasmus. Y los tres son personitas muy especiales que se ganaron un lugar en mi cuore...
Llegada la noche, empezamos con nuestras propias celebraciones, jajaja. Llenamos una botella con un elixir particular y Cristina, Dominik, Mário y yo partimos rumbo al Río Turia para ver los fuegos artificiales desde un puente. Un espectáculo inolvidable. Recuerdo cuando veía los fuegos artificiales de Carlos Paz en la primavera y decía que eran los más hermosos que había visto. Luego vi los de Epcot Center en Miami y me taparon la boca. Estos fueron aún más impresionantes. Esta gente está loca!! Y ahora sí que no creo que vaya a encontrar un show pirotécnico más hermoso.
Entre que veíamos los fuegos, los varones se ocuparon de vaciar la botella, por lo que ya estaban en un estado de ánimo "alegrón", jeje. Comenzamos a caminar, no sé bien a dónde íbamos. Por el camino íbamos encontrando más y más gente amiga de los chicos, y terminamos siendo un grupo bastante nutrido. Mário y yo veníamos un poco rezagados porque él tenía ganas de sacarle fotos a todo cuanto veía. A la vuelta de una esquina, nos encontramos con un campo de batalla "inatravesable". Unos cuantos adolescentes cabrones andaban tirando bengalas a diestra y siniestra generando estampidas de gente que complicaban la circulación. Esto causó que nos separemos del resto del grupo. Tomamos un desvío y nos pusimos a caminar sin rumbo hasta que nos cansamos y nos sentamos, y un poco más tarde, volvimos a casa...
Esa noche no pude dormir mucho que digamos. Estaba reventada del sueño y del cansancio pero el ruido era tanto que no me dejaba concentrarme en dormir. Además de la pirotecnia constante, un grupote de sevillanos bastante gritones decidieron armar su fiestecilla justo debajo de la ventana de la habitación, y se fueron a dormir como a las 7 de la mañana, una hora antes de que comenzaran las procesiones con sus bandas!!! Pasaba una cada 15 minutos más o menos así que eso era lo que dormía, entre banda y banda, jojojo!!
No puedo decir que Mário me despertó puesto que nunca me dormí, pero a la una me "sugirió" que me levante para ir a ver la Mascletá del Sábado. Salimos 15 minutos antes de las 14hs. No teníamos que caminar más que tres cuadras hasta la Plaza del Ayuntamiento. Aunque pudimos avanzar sólo dos. El resto era simplemente un océano de gente, jojojo!! Yo secretamente pensaba que era mejor; de esta forma, no saldría de ahí 100% sorda, sólo hipoacúsica!! Yo ya había visto el medidor de decibeles en la Plaza y no tenía la menor duda de que no mentían cuando decían que llegaba a los 120Db. Eso es tres veces un recital de rock!!! No será mucho???
A las 14hs en punto comenzó la locura. No puedo describirlo, es como música de guerra, jejeje. Un solo de batería mezclado con Rescatando al Soldado Ryan y con un poco de "fin del mundo", todo batido y sin hielo...
Es impresionante, la onda expansiva te pega en el pecho, y eso que estábamos a una cuadra y media de distancia!! En un momento hace un "crescendo" apocalíptico que te pone la piel de gallina. Yo empecé a mirar para todos lados a ver por donde venía la mole destructiva que se escuchaba.
Allá en la Plaza, sólo se veía humo, una enorme cantidad de humo blanco que tapaba como una pared a los edificios del otro lado. IMPRESIONANTE!! Cuando terminó, a lo grande y por todo lo alto, y volví al mundo, me di cuenta de que tenía la mano sobre mi boca, anonadada, no lo podía creer.
Volvimos al piso a comer alguito, y al poco salimos a pataperrear otra vez. A la caza de nuevas fallas que no hayamos visto! Caminamos un rato, y nos topamos con un enorme "galpón", muy "gaudiesco", que llevaba el nombre de Mercat Colón. Adentro había un shopping, y una exposición fotográfica de toooodas las Falleras Mayores de Valencia (una especie de "reina" que eligen todos los años, como la de la Vendimia (y la del Chancho Peludo, jajaja)) desde 1929 hasta el 2007.
Al rato, y fieles a nuestras costumbres, consideramos que era hora de parar a por café, así que nos sentamos en la terracita (en español, la "terracita" son las mesas en las veredas, jeje) de un bar que encontramos, y nos pedimos café granizado, jojojo!! Mientras tanto, y con ayuda del mapa, Mário le indicaba por teléfono a João cómo encontrarnos. João es un compatriota de Mário, ex compañero de la facu y colega emigra, ahora están trabajando juntos ahí en Valencia.
João llegó un rato después, y nos pusimos a charlar. Ellos hablaban portugués de Portugal, (pah!! hace cuanto que no escuchaba portugues de portugal!!) que ya no me cuesta tanto como antes pero por ahí se me pierde un poco, jajaja, de todos modos podía "opinar" perfectamente, jeje, (en Argentino) y a veces hablábamos todos en español y listo...
No sé cómo (probablemente a causa del insaciable hambre de Mário) surgió la idea de ir a comprar pizza (a las cinco de la tarde!!), buscar el auto de João, e ir a "almorzar" a L'Albufera, que es una gran reserva natural a unos 7 km de Valencia. Y así hicimos. Nos sentamos en unas mesitas de madera que había en un bosque de pinos. Qué hermoso!! A dos cuadras estaba la playa y el olor de los pinos se mezclaba con el de la arena y la sal...
En el camino de vuelta, pasamos por un mirador en un lago. Mágicamente, coincidimos con la puesta del sol, excusa siempre válida para la verborragia fotográfica.
Una vez en Valencia, nos despedimos de João y nos encaminamos hacia Calle Sueca. La calle Sueca era famosa porque había ganado el certamen de iluminación de calles del que les hablé antes... Era un "must", decían que si te parabas en medio de la calle, hacía calor a causa de las luces...
Y puedo decirles que era la verdad!!! Ni siquiera las fotos pueden describir lo que se siente estar ahí. Entramos por atrás, digamos, por lo que sería la "salida", y cuando llegamos a la "entrada", me quedé boquiabierta una vez más (me pasa muy seguido en estos últimos años, jejeje) El espectáculo era increíble. Un verdadero túnel lumínico. Un edificio hecho de luces. Una vista inolvidable. Indescriptible.
Como era un punto famoso, estaba llenísimo de gente, había música a todo volumen, y las luces, encima, tenían movimiento!! Una locura!!!
Volvimos a casa muertos de cansancio (y yo no había dormido en toda la noche!!) Cristina ya tenía listo nuestro schedule nocturno. Nos pegamos un baño, nos maquillamos todos un poco, y salimos otra vez. Si es que no parábamos un segundo!! Esta vez Nienke vino con nosotros. Y Volker y Francis también!! Eran una pareja de alemanes, amigos de Dominik, que habían llegado por la madrugada (es decir, ese fin de semana, viviendo en ese departamento éramos ocho!!) Apenas salir, en la puerta, Dominik lo pensó mejor y decidió quedarse, no se estaba sintiendo nada bien, estaba afiebrado y le dolía la garganta. Así que allá fuimos Cristina, Mário, Nienke, Volker, Francis y yo. La vedette de la noche era una fiesta en el piso de Ismael, un amigo de Cristina.
Ahhh! Que "saudade" de nuestra vida en Barcelona!! A los 15 minutos de llegar, Mário ya estaba prendido a una guitarra que había encontrado, y tenía un montón de gente cantando a su alrededor. Estaba en su salsa, y se veía que lo estaba disfrutando. Estuvo tocando como hasta las 5 de la mañana, no lo dejaban ni tomarse un recreo.
Cuando decidimos volver ya estaba amaneciendo. El trayecto hasta el departamento estuvo plagado de anécdotas ya que Nienke, Cristina y yo teníamos que lidiar con un Mário (y toda su altura) un poco alcoholizado, y la parejita de tórtolos alemanes que querían hacer un city tour, jajaja. Me divertía ver a Cristina luchando con Mário como hacía yo en Barcelona, jajaja. Tenía mi sucesora!
Al fin llegamos a casa, a las ocho de la mañana... Estaba tan, pero tan cansada, que lo único que me despertó (sólo por un momento) fue la Mascletá a las dos de la tarde que hizo temblar el edificio entero.
Dormimos todos hasta las seis de la tarde, jojojo!! Nosotros fuimos los primeros en levantarnos y, una vez más, pusimos música para resucitar al resto. El desayuno tardío (y todos en familia) consistió en café, cigarrillos y cerveza, bien nutritivo. Y pensábamos salir a "almorzar", pero íbamos a esperar la cena...
Mário y yo comimos un poco de fideos y salimos a encontrarnos con Marco, su ex compañero de piso en Madrid, que había ido a lo de un amigo en Valencia por el fin de semana. Tomamos un café con él y luego fuimos al encuentro del resto de la troupe. Ese día habíamos acordado ir a ver a la Falla ganadora. Estaba alejada del centro, y había que tomar el Metro que estaba tan lleno de gente que parecía la noche de San Juan en Barcelona.
Llegamos al lugar y había tanta gente que Mário, Marco y Nienke prefirieron quedarse afuera. Cristina, Dominik y yo le dimos la vuelta entera al "ninot" fotografiándolo desde todos los ángulos.
Volvimos para el centro y buscamos un lugar para cenar. Nos despedimos de Marco y nos sentamos a comer. Al poco se nos unieron Volker y Francis.
Luego de cenar, fuimos al Río, a ver los fuegos artificiales una vez más. Y estuvieron más espectaculares que el viernes!!
Esa noche estuvimos tranquilos, jejeje. Volvimos todos para casa e hicimos una reunión en la habitación de Mário, que como es la más grande, a veces funciona como salón. Vimos las fotos que habíamos sacado hasta ese momento, intercambiamos impresiones de las fiestas, charlamos un rato, y nos fuimos a dormir.
Cuando llegó el lunes, ya no teníamos ni energía para abrir los ojos. Una vez más, me despertó la Mascletá. Siempre que le contaba a Mário me decía que no había escuchado nada. Yo no lo podía creer, si hasta temblaban las paredes!!
Salimos cerca de las 6, todos juntos, a dar vueltas por ahí (y "almorzar", jeje). Esa noche era LA NOCHE. La noche del fuego, el broche de oro. Todavía no habíamos decidido qué falla veríamos quemarse... Cómo se elige algo así?? Todos coincidíamos en que la que más nos había gustado era la de las Sirenas que estaba cerca de la Feria Medieval. Pero algunos opinaban que sería más espectacular ver quemar una que sea más grande, colosal (que no faltaban), así que todavía no habíamos decidido.
Primero fuimos hasta la Plaza de Toros a encontrarnos con João, y de ahí a ver la falla de las Sirenas. Había un par que todavía no la habían visto. Aprovechando la feria medieval de comidas típicas españolas de todos lados, almorzamos ahí. Luego, recorriendo fallas, nos topamos con la "Cabalgata del Fuego" un desfile dionisíaco de pirotecnia, dragones y demonios a lo largo de una avenida ( a esta altura ya estaba más que asombrada de que no haya habido incendios...)
Caminando rumbo a calle Sueca, nos encontramos con la Falla sobre la Revolución Francesa, que estaba teniendo su propio desfile vallado. Muy colorido y espectacular. Saliendo de ahí, descubrimos, de casualidad, a la Fallera Mayor 2007 que bajaba de un auto. Parecía Lady Di, todo el mundo sacándole fotos.
João había tenido la "maledetta" idea de comprar una caja de petardos, lo que exaltó el niño interior de los tres varones... :s
Nienke y yo estábamos apavoradas de tanta pirotecnia y lo único que nos faltaba eran dos portugueses y un alemán tirándonos petardos a los pies para que corriéramos... My God...
Después nos llegamos hasta calle Sueca para aquéllos que aún no habían tenido el placer de visitarla. Ahora estábamos todos parejos, jaja.
A esta altura, gracias al cielo, ya se les habían acabado los petardos a los chicos. El paseo por la Sueca fue muy divertido ya que parábamos cada cinco pasos a sacarnos fotos grupales y bailar con la música que había. Qué lindo. Cómo adoro esto. Es evidente que yo soy un animal predominantemente social, y es increíble cómo algo tan simple y tonto como esto puede hacerme tan feliz. Permitirnos ser infantiles un rato, con un grupo de amigos (ya entrañables), eso para mí no tiene precio. El secreto de la felicidad es hacerse de unos cuantos buenos amigos, ese es mi lema... jejeje...
Al final de calle Sueca ya estábamos todos rogando por un descanso. Nuestra guía Cristina, un poco a regañadientes, cedió, y antes de que pueda cambiar de opinión, ya estábamos todos sentados en un bar.
Ahí llegó el momento de decidir qué Falla veríamos morir. No fue fácil, éramos muchos. Recurrimos a votaciones, sorteos, competencias... de todo. Y en una finísima franja temporal, todavía no sé cómo, quedó decidido que veríamos la de Las Sirenas, aunque nos partiera el corazón, jajaja.
Y allá fuimos. Temprano. Encontramos un lugarcito cerca de las vallas y al lado del camión de bomberos y de ahí no nos movimos hasta que no vimos fuego (que se hizo esperar). Tengo la impresión de que justo esa falla fue la única en Valencia que se atrasó de su horario. Los fuegos artificiales previos comenzaron como a la 1.30 de la mañana (la crema había estado prevista para las cero horas).
Y lo que vino después... me dejó sin palabras. Me dejó sólo onomatopeyas de sorpresa, jaja. De repente, un enorme hongo de fuego se devoró la falla como el Krakken a los barcos, y todo era humo negro y miles y miles de estrellitas rojas arriba nuestro. De vez en cuando venía una repentina lluvia de gotas gruesas que nos regalaban los bomberos para apagar las furiosas lucecitas que se nos venían encima. Uno a uno fuimos todos cubriéndonos nariz y boca con lo que teníamos a mano, el calor era insoportable, pero lo asombroso del espectáculo podía más, y nadie se quejaba. Los caballos, tritones y sirenas que con tanto cariño habíamos visto tantas veces, agonizaban envueltos en llamas que no les tenían piedad.
La altura del fuego superaba a la de los edificios, teníamos delante una gigantesca hoguera de 15 mts de altura! De a poco algunos pedazos empezaron a caer, la piel de la falla se desprendía de los huesos, hasta que quedó sólo el esqueleto. Y yo estaba cada vez más convencida de que Valencia tenía algo en el agua que provocaba locura crónica.
Así y todo, jamás vi un manejo tan diestro de semejante hoguera. La estructura principal de la falla había sido atada (cual marioneta) a una serie de cables que, en el momento en que se desplomara, guiarían la mole hacia una caída inocua para personas y bienes. Muy bien! Se ve que tienen años de práctica, jejeje.
Y de esa forma tan espectacular, estrepitosa y espeluznante, las Fallas de Valencia, como cada año, llegaron a su fin.
Al otro día, era como si nada hubiera pasado. Ni rastro de la locura que había secuestrado a la ciudad durante toda una semana. Ni rastro de las cenizas de lo que habían sido hermosas obras de arte gigantescas. Ni rastro de las miles y miles de personas que habían sido cómplices de todo eso.
Valencia era una ciudad común y corriente. Hermosa, por cierto, pero de lo más normal.
Lo soñé todo?? Pero si casi no dormí!!
Y tengo las fotos de prueba. Que si no fuera por eso, yo diría que acá no pasó nada....
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Luego de semejante "jaleo", necesité un día entero de relajación así que decidí volver a Barcelona recién el miércoles.
El Martes y el Miércoles Mário tenía que trabajar, y yo estaba hecha toda una ama de casa (para el horror de mi madre!!). Le ordené la habitación, le hice las compras, y hasta me puse a limpiar la cocina, tarea a la que se sumó el resto de los habitantes de la casa.
Y el Martes a la noche, mientras Mário dormía, pasé una encantadora y muy divertida velada en compañía de mis nuevos amigos, con un juego de cartas y un par de bebidas, jejeje.
Además de una experiencia increíble, me llevé de Valencia un puñado de nuevas amistades y un montón de nuevos recuerdos en común con mi ya viejo colega nómade, el Ing. Mendes.
Y, como no podía ser de otra manera, me costó horrores irme de ahí.
Siempre me pasa lo mismo. Adoro llegar, pero odio irme. Es paradójico, si no sufro la tristeza de irme de algún lugar, no gano la felicidad de llegar a algún otro...
Pero aún así, odio irme...
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Estoy probando un nuevo sitio de fotos, las recolectadas en este viaje estan ahi ahora!! Les dejo el link aqui y luego lo agrego a la columna de links
2 comentarios:
quiero ir a valencia
Que fim de semana do caralhinho hein? :P
bjocas
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