Que lo sepan...

Ayer pasé por el Alberguinn. No pensé que iba a sentirme así…
Así como??
Pues, así como me sentí…
Todo un omelette de sensaciones…
Fue alegría, fue nostalgia, fue tristeza, fue sorpresa, fue locura, fue paz, fue miedo, fue como un “ahhh, hogar dulce hogar”, y también como un “otra vez acá!!”. Y todo eso junto…
Vi mi (nueva) vida pasando delante de mis ojos en un segundo.
Y es que el Alberguinn es mi cofrecito de recuerdos. Es mi lugar de nacimiento a esta vida de ahora. Es donde pasé mi tierna infancia, bajo la mirada maternal de “las jefas”. Donde disfruté mi adolescencia, junto al compañerismo fraternal de mis colegas. Y donde me hice adulta…
El Alberguinn…
El Alberguinn fue el punto de partida desde donde descubrí el mundo. Fue mi base de operaciones. Fue mi búnker, mi refugio, mi frasquito germinador. Me dio mi casa y mis amigos, y mi príncipe, todo es producto de ese lugar. Todo lo posterior fue consecuencia de haber comenzado ahí…
Y por todo eso es que me daba un poco de cosa volver… no sabía qué me iba a producir…
Y ayer, pasé por el Alberguinn. No pensé que iba a sentirme así…